¿Qué es la varicela?
Es una de las enfermedades eruptivas más frecuente de la infancia, producida por el virus varicela zóster.
Es altamente contagiosa: afecta a casi todas las personas antes de alcanzar la edad adulta. Debido a ello, solo el 10% de los adultos son susceptibles de enfermarse de varicela.
Tradicionalmente se la consideró una enfermedad benigna. Sin embargo, los niños (especialmente los más pequeños), los adultos, las embarazadas y los pacientes inmunosuprimidos o con ciertas enfermedades de base pueden desarrollar complicaciones, tener una evolución grave y fallecer debido a la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas?
Fiebre moderada y, hacia los 7 a 14 días, un brote de lesiones en la piel que evolucionan a vesículas (pequeñas ampollas) y, posteriormente, a costras.
Las lesiones se presentan por todo el cuerpo y se caracterizan por generar picazón.
Muchas veces, rascarse las lesiones lleva a la sobreinfección y a las complicaciones mencionadas.
Se recomienda que la persona enferma permanezca en su casa hasta que las ampollas hayan evolucionado a costras en su totalidad.
¿Cómo se previene?
Esta vacuna protege contra la varicela, especialmente sus formas graves de presentación y sus complicaciones.
Estrategia de vacunación
- Primera dosis: 15 meses de vida
- Segunda dosis: 5 años
El personal de salud, los convivientes de personas inmunocomprometidas y ciertas condiciones especiales, que no hayan sido vacunados oportunamente y no hayan padecido la enfermedad, deben vacunarse con orden médica.